A veces cuesta escribir cuando se trata de relatar acontecimientos de nuestra vida diaria. No tendría que ser ordinaria, pero parece ser que lo ordinario se instala en la excepcionalidad, al igual que en determinadas épocas de la convivencia humana la paranoia parece convertirse en patrón de la cordura.
Antes de lo previsto vuelvo a sentarme sobre sobre esta piedra filosofal del camino que es el sillón de mi estudio, antes de lo anunciado tomo con el ansia de un adicto, el placebo de las letras, que fluyen desde lo más recóndito de mis pensamientos, para únicamente en este preciso lugar, derramar una pequeña parte de lo que llevo dentro.
De mi aislamiento voluntario en Fez poco podría contar, salvo que conseguí desconectar unos días, aunque podía haber hecho lo mismo en la cueva de La Sibila, conseguí mi propósito que era no hablar con nadie conocido, ya avisé que no llevaría móvil, ni portátil, ni cámara de fotos, ni nada de nada. Pasé la mitad del tiempo durmiendo y la otra mitad leyendo, aún así, mi estancia resultó de lo más reconfortante, gratificante, tonificante... No encuentro las palabras precisas para describir el gozo que me proporcionaba el absoluto silencio, únicamente interrumpido por la llamada a la oración varias veces al día, el ambiente embriagador a sándalo, a cuero curtido... Pensé en alguna ocasión que debe de correr por mis venas algo de sangre bereber, increíblemente percibí el denominado fenómeno "deyavú", seguramente atraído por mi propia predisposición, aunque a posteriori analizando objetivamente la situación, no resulta una idea descabellada, considerando que ha quedado demostrado científicamente que los antiguos aborígenes de este archipiélago proceden de este singular pueblo. Todo es posible ¿no es cierto?.
Alimento para mi alma es lo que encontré con vuestros comentarios a mi vuelta, satisfacción y mucho cariño derramado por todos vosotros hacia mi pequeña persona... ¿realmente sentís esas cosas tan bonitas con mis divagaciones mentales? Sois demasiado generosos o extremadamente aduladores, jajaja, en todo caso, "GRACIAS por vuestra complicidad y sobre todo por hacer el esfuerzo comprenderme".
Os dejo con un temazo precioso de Zuccero cantado con Cheb Mami : "Cosi Celeste", que me lleva alegrando el espíritu desde hace mucho tiempo y que espero que al escucharlo os sintonicéis conmigo un poquito más.
Tragame maleficio literario
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He vivido el fantasma del olvido
En los brazos del destino
Acurrucado y desnudo
En los labios desconocidos
De un amor verdadero
Algún dí...
Hace 2 horas