Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten todas sus dificultades; amigos capaces de citar a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Dos años.


Hoy se cumplen dos años sin ti. Dos años de aquel último beso acompañado de un susurro al oído...
Queridísimo hermano, siento que he fracasado. Sólo he conseguido parcialmente cumplir mi promesa. Me consuela pensar que sabes de mi lucha, de mis desesperados intentos por sacar ese buque de aguas someras y ponerlo a son de mar. El vacío de poder que quedó tras tu marcha originó un caos predecible. Rebelión, deserción, huida encolerizada... El desastre era dolorosamente inminente. Pude rescatar a tiempo a uno de tus tres tripulantes más leales y queridos, abandonado a su suerte entre fuertes corrientes y completamente a la deriva. Es el primer eslabón de tu cadena, recuperaré el resto, quizá en alguna recogida bahía, tal vez tras un recodo escondido. Espero impaciente ese momento.

Desde que te has ido mis días transcurren sumida en una brumosa ensoñación. Nada me parece real. Camino por las mismas calles que tanto andamos, transito los mismos lugares en los que tanto rato estuvimos, vuelvo una y mil veces la mirada sobre todo lo que tus ojos ya vieron y descubro con tristeza que las calles , los lugares y las miradas, están vacías, huecas, como teñidas de un halo plomizo y pesado.
!Todos te hemos necesitado tanto!... mamá y yo nos hemos quedado ancladas en ese día. Tu recuerdo está vivo, palpitante, es inevitable nombrarte y rememorar infinitos pasajes vividos a tu lado. Cumpliste una tarea impecable, tu paso por este mundo sembró en muchos corazones el amor, la lealtad y la generosidad de una forma sobresaliente. No me acostumbro a prescindir de ti. Ya sé que debo estar agradecida por haber tenido la dicha de disfrutarte esos años, ya sé que tengo que seguir adelante sin tu apoyo físico, sin tu ayuda desinteresada, sin tus llamadas, sin tus visitas diarias, sin tus muestras de cariño, sin tu complicidad. Ya sé que no me queda otra que acomodarme a esta soledad hiriente, pero quiero que sepas, que ni aún sufriendo mil años podría agradecerte todo lo que hiciste por mí.
Gracias por valorarme tantísimo y por haberme dejado grabado en el alma tantos ejemplos y tan grandes sentimientos. Nada es para siempre, llegará el día en que volveremos a fundirnos en un abrazo, y esa vez será eterno.
Te quiero Alberto.



15 comentarios:

Tannatos dijo...

mi querida amiga ...los recuerdos esos que llenan y a veces encadenan el alma. pero como dices algun dia, un besito desde el corazon

Kassiopea. dijo...

Un bonito homenaje a tu hermano Fayna. Pero como tú misma dices, hay que seguir adelante, piensa que a él no le gustaría verte triste.

Un beso.

Luismi dijo...

Desgarrador y a la vez hermoso homenaje al ser querido que se fue.
Orgulloso de su hermana estará.

Un abrazo.

Myriam dijo...

Estoy segura de que Alberto desde la nube o punta de estrella en que se encuentra, en La Luz Suprema, sonrie feliz por el amor de sus seres queridos que tanto lo recuerdan.

Un beso y un abrazo de corazón.

Pilar Abalorios dijo...

Fayna, el dolor de la pérdida no se borra nunca pero el tiempo consigue transformarlo en una nostalgia dulce.
Un abrazo

Javier dijo...

Mientras sigas recordándolo y hablando de él, tu hermano seguirá vivo en tu vida.

Saludos.

Tomasson dijo...

dos años y aún se hecha de menos....aunque pasarán 100 y seguirás añorando a tu hermano. La vida es así, te golpea cuando menos lo esperas. Solo la fuerza que emana de ti ha hecho que el dolor se disfrace en buenos recuerdos hacia él.

Ricardo Miñana dijo...

Muy emotivo Fayna, sientes impotencia porque cuando un ser tan querido se va, el vacio que deja ya no lo cubre nada, lo siento.
un abrazo.

Juanjo Rubio dijo...

Muchos ánimos guapísima, supongo que perder a un hermano y encima tan joven debe de ser horrible, pero seguro que desde donde esté te acompaña en cada momento. Un abrazo.

Poseidón dijo...

OUFFFFFF!

LO HE SENTIDO TANTO..
que me dejas emocionado,
comparto tu dolor.

SEAS FUERTE Y GUARDA TODO LO BUENO Y BONITO QUE VIVISTES A A SU LADO


Abrazos con cariño

Lembranza dijo...

Precioso FAYNa. Es dificil pasar del dolor al recuerdo querido, el vació que deja es tan grande que a veces parece que le ves en todas partes. Mi apoyo para ti y tu familia. Moitos abrazos

nictemerooximoron dijo...

Fayna ; leo con emoción tu entrada y creo que lo mejor es callarse y meditar sobre ella.
Solo decirte con la veterania de un viejo con muchos recuerdos, que sigas conservando este desgarrador recuerdo de una persona tan importante en tu vida.
Un abrazo de tu amigo en la red.

Lily dijo...

Lo siento mucho, cielo. Una pérdida así siempre es una tragedia. Pero tenemos que seguir adelante, recordarlos como se merecen y tener la esperanza de que algún día nos volveremos a encontrar con ellos.

Precioso texto, Fayna. Y conmovedor.


¡Un beso!

Amanda T. dijo...

Me has emocionado, un beso y adelante Fayna.

María dijo...

Como no había visto este post, me he he quedado hoy aquí, Fayna.

Has escrito un sentido y emotivo post dedicado a tu hermano, y allá desde donde se encuentre estará feliz de quererte tanto.

El sigue en ti, lo llevas en tu interior, por lo que está muy cerca de ti.

Un abrazo.