Esta historia comienza allá por el año 60, justo cuando Adela decide emigrar a Venezuela dejando atrás una relación tormentosa y una hija recién nacida. Doña Juana, su madre, nada pudo hacer cuando vio partir desde el litoral palmero a ese cascarón de vela de nueve metros de eslora en el que viajaba su hija. Un novio que había desaparecido como por arte de magia desde el mismo instante en el que se había enterado de que iba a ser padre, el desprecio constante al ser señalada por parte de todos los habitantes de la pequeña villa de Tazacorte donde residía, sumado a las carencias y a la lamentable situación económica en la que estaban sumidas, no dio más opción que la de entregar todos los ahorros a un indivíduo que organizaba dichas travesías especulando con el terror y la necesidad de muchos canarios. Así fue como Adela embarcó ese fatídico día, más limpia que un escoplo, rumbo a América, con la firme intención de darle un giro a su vida y ganar el dinero suficiente para sacar adelante a su madre y a su hija.
Doña Juana crió a Nieves, que así se llamó la niña en honor a la Virgen de las Nieves, patrona de la isla, como hija propia. Cuatro cabras y una palmera datilera eran lo único que les proporcionaban sustento. El queso que hacía, los dátiles, el guarapo y la miel de palma las vendía en la capital. Una noche entera pasaba Doña Juana caminando con la cesta de mimbre sobre la cabeza para llegar al alba a Santa Cruz, justo a tiempo de coger un buen puesto y realizar la venta con premura, para acto seguido, si había suerte, unirse a alguna otra vendedora que tuviera burro, para alternarse en el camino de vuelta a Tazacorte, un ratito sobre el lomo del animal y otro andando.
Las cartas de Adela se fueron postergando en el tiempo hasta desaparecer por completo, en cuanto al dinero, jamás envió un duro. Doña Juana y Nieves tuvieron que arreglárselas solas, quizá este fue el detonante que forjó en la niña una personalidad despierta, decidida y vivaracha.
Cuando llegó el momento de abandonar la escuela de la villa, D. Miguel, el maestro, mandó llamar a Doña Juana y le dijo: Juana, tienes que hacer lo imposible por enviar a esta niña a estudiar a Tenerife, tiene todas las cualidades necesarias para emprender estudios superiores, te ayudaré en lo que esté en mi mano, tengo unos buenos amigos allá que le proporcionarán cobijo y alimentación a cambio de que preste sus servicios en la casa durante las mañanas. Casi sin darse cuenta, Nieves estaba instalada en aquella casa solariega, con un enorme patio central, presidido por una imponente palmera que le recordaba cada día a su casa y a su abuela...
Continuará...
Crazier- Taylor Swift
Un apagón de luz
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Que bélica manera
De expresar tus sentimientos
Un apagón de luz
Y una lluvia de melancolía
En medio de una caricia
Animada por el...
Hace 4 horas
14 comentarios:
Impresioanate historia, te sigo, estaré esperando al continuación.
Besos
Fayna, eso de dejarnos con la historia a medias no se hace!!! jajajaja. Espero la continuación.
Besos.
Pues estoy de acuerdo qué tal si sufro un accidente o algo peor my muero, desde el cielo no creo que alcance a leer tu post...pos menos del infierno!!! Un gran abrazo.
Mira cómo nos dejas. Esperando.
Fayna:
Bella historia!
Es un placer leerte ya lo sabes.
Por mi ausencia me disculpo..
Gracias por compartir.
Beso.
Una historia dura, y muy bien narrada.
Seguiré pendiente de ella, me dejaste expectante ante los hechos.
Besos.
Si me sigues me encontrarás. ;)
Fayna, preciosa historia, esperando con ansia la continuación :)
Biquiños!!!
Esperaremos la continuación, Fayna. En especial, me intriga qué ha sucedido con el destino de Adela. Me suena extraño que no haya habido siquiera una misiva escrita a la madre.
Cariños, amiga.
me has dejado espectante, estoy ansiosa por saber como continúa, no tardes, besitos.
increíble historia amiga Fayna pero ese "continuaremos" me ha dejado intrigado al máximo. Esperaré impaciente esa segunda parte, un beso amiga Fayna
Esperaremos el desenlace... Besos guapa.
Esto me pone de todos los colores. A esperar la próxima.
qeeeeeee bello, le agregaría mas detalles y descripciones pero calculo qe asi son los cuentos, ráfagas del viento, espontáneos y cortos.
Quiero conocer la continuacion, te sigo.
Pasate por mi blog y comentame que te parece :)
Besos mileeeeees!
No he leído la historia, lo reconozco... Porque sólo vengo a traerte un mensaje: te he mandado un mail para pedirte permiso para que me permitas volver a ser tu amiga, como lo éramos antes, como lo fuimos siempre... Os pedí tiempo y ahora mi corazón os necesita porque os quiere, porque sabe a ciencia cierta que sois amigas de verdad... Y recuperado de sus heridas, te pide perdón y te pregunta si puedes darle otra oportunidad... Si no es así, lo entenderemos los dos, pero ello no impedirá que siga queriéndote como la amiga y compañera que siempre has sido para mí... ¡¡¡A sus órdenes, Mi Capitán de Corbeta!!!
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