"En el mar puede apaciguarse una tempestad si una mujer se desnuda en la proa del barco".
Plinio el viejo.
Pero, si la tempestad se desata dentro de una misma ¿cómo apaciguarla?...
Por momentos siento mi corazón palpitar como caballo desbocado, las fuerzas me flaquean, tiemblo por dentro. Respiro hondo y mis pulmones se expanden a medias, no logro tranquilizarme, quiero y no puedo.
Tomo un baño caliente, muy caliente, normalmente surte efecto pero hoy mi cabeza es un hervidero de pensamientos que me taladran, que me acongojan. Quisiera disponer de una válvula de escape por la que poder descargar presión.
Prendo una varilla de incienso de vainilla, suena Buddha bar, me dejo caer en el sofá, cierro los ojos.
Intento reconducir mis pensamientos, vaciar mi mente, serenarme.
Muchas veces he mirado la infinitud del espacio en una noche clara, me he quedado anonadada ante su absoluta quietud e inconcebible enormidad. No necesito esforzarme para escuchar el devenir de las olas, cantos de sirena, el sonido del mar. Respiro y me transporto. Me veo desde lo alto tumbada y desnuda en la proa de mi barco, el agua me salpica levemente y siento un plácido bienestar, el movimiento ondulante regula mi respiración. Me recreo en esa secuencia por un tiempo indeterminado.
El viejo Plinio tenía razón.
Catacumba de la memoria
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Que la catacumba de la memoria
Sea el verso indemne
De mi silencio
Y el llanto ausente
De mi poesía
Ya no tengo más que decir
Ya no t...
Hace 3 horas
10 comentarios:
Fayna: Aunque para ti, marinera de luces, haya servido la proa del barco para apaciguarte, no estoy de acuerdo con Plinio El viejo, aunque su condicion de viejo me debería llevar ,sin más, a la aceptación de su forma de pensar. Si una mujer se desnuda en la proa de un barco no solo no se apacigua la tempestad, sino que se producirá unas olas más grandes. Sobre todo si lo haces tú. jA.JA.JA
Mi querido Miguel, tan encantador como siempre... Tu visita y sobre todo tus palabras son un hermoso relago para mí. Extraño mucho tu opinión y echo en falta tu presencia en mi espacio más de lo que quisiera. !pero qué egoista me ha quedado esto! ¿no? jajaja.
Cuídate mucho y reconcidera la afirmación de Plinio, créeme, es cierta.
jejejeje ya quisiera verte a tí Fayna, como mascarón de proa....
Besotes
PD y fuera de broma, el agua efectivamente, relaja. ¡Qué maravilla!
¿No?
Tienes un meme en mi blog :)
¡Por cierto, mucha razón tiene Plinio!
Un beso guapa
No sé el mar, pero los marineros se apaciguarían poco, Bromas aparte, pocas imágenes más potentes para dejarse ir, elevarse de la angustia y del miedo que sentirse mecida por las olas y acariciada por el viento.
Preciosa imagen, que sin duda te llena de calma.
Besos
Pues, reconsiderando, yo creo que Plinio no tiene razón: Neptuno ya manda poco y la mar puede ser femenina...
María Jesús:
La de Plinio es una frase que puede tener varias interpretaciones. Haciendo una introspección, a mí me resultó ser completamente certera.
Eso de que Neptuno manda poco me ha encantado jajaja. En cuanto al género, todos los marinos saben que la mar es femenina, completamente femenina jeje.
Querida Fayna:
La inquietud es parte del ser humano. tenemos demasiado peso sobre los hombros y demasiados pensamientos dando vuelta en los molinos de nuestra mente.
Por supuesto que si te relajas, pensando en positivo, tu válvula de la presión cederá y podrás respirar más conforme.
Te comprendo y lo que me alivia es tambien contemplar el mar...desde mi playa en el invierno, que es cuando -como pájaro migratorio- voy por cuatro meses desde upstate NY a mi refugio en Florida.
Amiga Fayna,
- perfecto para remediar con esas palabras :
"Intento reconducir mis pensamientos, vaciar mi mente, serenarme."
Dudar nos hace avanzar y si una mujer se desnuda no existen dudas...
Besos
El mar se apacigua y los marineros se revolucionan jajajaja. Pero hay que hacer caso a Plinio, que era un hombre muy sabio.
Besos.
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