En nuestros días es reconocido el efecto del arte sonoro sobre la salud, el poder de la música, con sus limitaciones, está demostrado que es una gran terapia, no se puede dudar de su acción mitigadora en ciertas dolencias del cuerpo y del alma. ¿Quién no ha escuchado decir aquello de que la música apacigua a las fieras? por supuesto hablo de aquella dulce, melodiosa y placentera que, al decir de algunos estudiosos, hace crecer vigorosamente las plantas y hasta dar más leche a las vacas.
Desde la cuna a la tumba, jamás nos abandona; acompaña celebraciones festivas favoreciendo la alegría, pero también es parte de ceremonias piadosas y solemnidades funerarias. No eluden sus efectos ni los sordos, capaces de sentir en su cuerpo la transmisión de las vibraciones sonoras. Una nana, una canción de aniversario, una marcha nupcial, una marcha fúnebre... parece necesaria su presencia en toda actividad humana que entrañe regocijo o lamento, júbilo o tristeza, placer o dolor, risa o llanto, amor o desamor.
Por otro lado está la danza, que podemos verla como un lenguaje, porque es productora de significado, y los significados no solo se producen a través de la palabra. La música y la poesía existen en el tiempo; la pintura y la escultura en el espacio. Pero la danza vive en el tiempo y en el espacio. Los diseños rítmicos del movimiento, el sentido plástico del espacio, la representación animada de un estado de ánimo, todo ello lo creó el ser humano con su cuerpo por medio de la danza antes de utilizar la pintura, las letras y la palabra, para destinarlas a la manifestación de sus experiencias interiores.
Pues bien, si metemos en una cocktelera la música adecuada (la denominan "música orgánica"); libres movimientos corporales, para nada tienes que saber bailar; y un grupo de personas que constituye un campo de interacciones intensísimo, obtenemos BIODANZA.
Jamás había escuchado este término y menos aún sabía de lo que se trataba, caí de bruces en un taller de biodanza sin opción a darme media vuelta y marcharme por donde mismo había venido. Me habían invitado a asistir a un encuentro que patrocinaba la red canaria de escuelas promotoras de salud, un día entero en el hotel de convenciones Elva Carlota junto a la coordinadora de salud del colegio al que asiste mi hija y dos de sus profesores, mi papel era el de representante de padres. Las horas pasaron volando, los horarios de las charlas iban al milímetro, las ponencias fueron interesantísimas, las exposiciones muy trabajadas, estuvimos viendo los cortometrajes que elaboraron los chicos de tres IES de la isla sobre acoso escolar, prevención de la drogodependencia, etc. Estaba encantada, hasta que llegó el tramo final, el de los talleres, ingenua de mí pensé que podíamos elegir al que queríamos asistir, pero mi gozo en un pozo cuando anuncian que teníamos que repartirnos según el color de la carpeta que nos habían entregado a la entrada. El azul, que era el mío, correspondía con el de biodanza. Se me calló el mundo encima.
Haciendo de tripas corazón me encaminé hasta el salón indicado junto a un grupo de unas 20 personas que no conocía de nada, nada más entrar nos piden que nos descalcemos, cada vez me sentía más incómoda, estaba realmente tensa.
Pero suele suceder que las cosas que no planeas son las que mejor resultan y algunas de las que desconoces luego son las más placenteras. Justamente eso sucedió.
Es una experiencia que me marcó profundamente, no encuentro palabras para expresar con exactitud el vínculo tan intenso de afectividad que llegué a sentir desde y hacia alguien que ni siquiera podía ver porque teníamos los ojos cerrados. Casi no se hablaba y sin embargo recibías a raudales energía positiva, calma, ternura, aceptación completa. Biodanza es una poética del encuentro humano que hay que experimentar, porque no hay palabras en el mundo capaces de acercarnos ni por aproximación a las riquísimas vivencias que aporta. Os animo a sentirlo en vuestra propia piel aunque sea una vez en la vida, realmente vale la pena.
Intentando escribir poesía
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Una imagen perturbo mis manos
Y al escribir un poema
Brotaron disparos
Y lágrimas de agonía
Que acariciaron de repente
Un ápice del al...
Hace 13 horas
7 comentarios:
Sí, generalmente lo no planeado nos sorprende para bien.
La biodanza, curioso concepto, me ha gustado. Suena muy bien. Un abrazo, amiga.
"La música y la poesía existen en el tiempo; la pintura y la escultura en el espacio. Pero la danza vive en el tiempo y en el espacio"
Me gustó esta parte.
Nunca había oído hablar de BIODANZA.
Seguiremos atentos.
Saludos.
Hola... la Biodanza es muy potente, puedes ver más detalles sobre la Biodanza aqui: http://vivalabiodanza.wordpress.com/
¡Qué estupenda experiencia la de la biodanza y todo el encuentro que según cuentas estuvo excelente!.
Al conectarse todos los participantes circuló mucha energía positiva. Muy, muy bueno.
He estado en talleres de bioenergética, por ejemplo, y se que sé libera mucha energía.
Que bueno que lo has podido experimentar. Me alegro mucho.
SI veo uno de Biodanza por acá, iré y luego te cuento.
Besos
pocas veces he experimentado tanto bien como practicando la biodanza
besitos de luz...
incluso no necesariamente acompañada ,la puedes practicar individualmente y las energías vibran cósmicamente en tí y de ti hacia con quienes luego compartes tu tiempo y actividades
este tipo de experimentación junto con la yoga , el taichi ,el qigong son excepcionales canales de restauración de equilibrio existencial y energético
ten un día fructífero;)
fayna: He sido y lo sigo siendo muy aficionado al baile, ahora con muchas limitacioens. La música es maravillosa.
Lástima que estas tecnicas no me hayan pillado antes.
Un beso
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