En un antiguo cuento sirio un mercader carga su camello para partir hacia la más importante feria de la comarca. El hombre está tan deseoso de hacer buenos negocios que va cargando al animal con cuanta mercancía tiene a mano. Sobre el lomo del camello enrolla primero dos enormes alfombras, luego una decena de telas bordadas, luego tres juegos completos de té de plata fina, pesados collares, brazaletes de bronce y espejos de nácar. Es una gran carga, pero como el camello, a pesar de todo, parece aguantar, el hombre sigue. Añade dos grandes sacos de grano de su mejor cosecha, dos fardos de té traídos de India y cinco kilos de harina de mijo que su mujer acaba de moler. El camello rezonga, pero el mercader se da cuenta de que hay sitio para colocar varias ánforas de miel de primera calidad extraída por él mismo de sus colmenas. Están ya a punto de partir cuando se levanta la brisa y lleva una brizna de paja hasta la cima de aquella montaña de mercancías, y entonces el camello, de golpe, se desploma. El mercader, enfurecido, toma aquella brizna de paja entre sus dedos y la sujeta clamando al cielo contra ella, asegurando que es la culpable de que su camello se haya desmoronado.
Me siento un poco camello. Demasiado cúmulo de cansancio psíquico, pensando siempre que soy capaz de soportar un poco más- pensando a menudo que "debo" soportar un poco más-. Hace tiempo que dejé de vivir en ese limbo en el que están las personas que la vida nunca ha tratado duramente, desde la muerte de mi hermano, en cuestión de minutos pasé a formar parte de esa otra enorme legión de ciudadanos que tienen la impresión de que la vida les echa un pulso permanente.
Noto el cansancio. Pesan demasiado los deberes y tienen poco protagonismo las alegrías que dan alas para vivir. Me pregunto si la brizna de paja no estará al caer.
Intentando escribir poesía
-
Una imagen perturbo mis manos
Y al escribir un poema
Brotaron disparos
Y lágrimas de agonía
Que acariciaron de repente
Un ápice del al...
Hace 12 horas
14 comentarios:
Quítate los pesos primero. Relájate y asume que no estás sola y que cada uno vaya cargando con un poco. Entre todos, se hace más llevadero.
Comparte y reparte.
Pues querida mía parece , tal como lo cuentas , que la brizna de paja , está al caer; yo que tu empezaría a aliviar de carga al camello, olvidar los problemas que no tienen solución(no son problemas) , con lo inevitable no oponerse, si acaso colaborar para que pase cuanto antes y mirar a nuestro alrededor y disfrutar de todo lo que aun te queda y no lo cargues sobre el camello de tu espalda.
Me a gustado mucho , tu cuento, tu camello y tu reflexión.
Un beso
Una preciosa historia con moraleja.
No te preocupes demasiado, aguantarás las briznas que caigan sobre ti.
El dolor hay que dominarlo lo mejor que podamos.
La vida da golpes duros, sí, pero tenemos que afrontarla y seguir.
Saludos.
Fayna: Me hubiera gustado poder estar más próximo a tí para poder dialogar " vis a vis". Solo sé de tu persona a través de tus entradas. De lo que he podido deducir de ellas eres lo suficientemente sensible para que alguna carga de camello te afecte, pero a la vez, lo suficientemente fuerte para llevarte a la feria todo lo que la vida te va echando sobre los hombros. Esta opinion basada en el conocimiento virtual espero que sea acertada y aguantes la brizna de paja sin desplomarte.
Un beso
Lo siento, querida Fayna. Puede que esta entarda que escribí hace pococ te sea de utilidad: pulsa aquí.
Besos y ánimo.
PD. Aquí se usa mucho la expresión " la paja que rompió el lomo del camello". Que tu lomo no se rompa. Imsallah
No le des muchas vueltas.
besos.
Camellos, mochilas...
me parece que estamos necesitando un poquitín de tiempo de calma, paz y descanso, algo así como vacaciones de nuetra propia vida, o en el peor de los casos una tarde de spa ;)
Mal camino es ese amiga. Llegados a este punto, debemos quedarnos sólo con la carga que sea verdaderamente indispensable o en su defecto, será necesario que existan dos o más camellos. Que tengas unos días descargados de tensiones.
Besos.
Tú eres fuerte, así que esa brizna no te hará caer. Intenta relajarte y olvidarte un poco de todo :)
Un beso.
Fayna, amiga. Me solidarizo con tu dolor que tan bien comparto por hayarme en la misma situación...
Pesan las dolorosas ausencias, pesa el trabajo y los quehaceres del hogar, pesan los hijos, pesa y pesa, a veces hasta la vida...
Y de golpe un día la brizna de paja aparece. Te lo puedo asegurar, cuando ´menos lo esperas y más crees que puedes con la carga.
Busca tiempo para tí. Charla con tus amigas. Cómprate un traje y zapatos nuevos. Sal al teatro con tu chico. Sonríe y abraza a tus hijos y si no hay tiempo para más..., pues qué se le va hacer! Lo importante eres tú. Tú has de sentirte bien para así, reflejarlo a los demás. Quiérete siempre por encima de todo!
Besos, guapetona!
Anímate, y veras como no llega esa pajita, y que la carga va disminuyendo poco a poco.
Todo depende del punto de vista!!!!!!!!!!!!!!
me ha gustado mucho el cuento Fayna. Es cierto que solemos cargar con los problemas de uno y además los de los demás, si te das cuenta, los de los demás, no puedes hacer nada, no son tuyos, por lo tanto, no vas hacer mucho, solo, cargarlos tú también y sufrir la situación. Los tuyos, a veces es bueno, descargar, los problemas del pasado ya poco se puede hacer, y los que crees que van a venir todavía no han llegado.
Todavía tienes muy reciente la ausencia de tu hermano y, creo que es eso lo que más te cuesta llevar. Mi apoyo para ti, mucho animo y un gran abrazo
No tú querida Fayna....
Para gente como tu, no.
Lo que pasa es que eres muy sensible y tienes esas subidas y bajadas de animo ante los escenarios que tenemos frente, unido al dolor de cada cual.
Pero levantate...es primavera y todo se te dará bien.
Cariños
Mucho ánimos, querida Fayna, te dejo mi abrazo muy fuerte cargado de energía para que la fuerza no te deje de lado.
Y muchos besos.
Publicar un comentario