Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten todas sus dificultades; amigos capaces de citar a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías.

lunes, 16 de agosto de 2010

En el seno de la corriente.



Los alisios son vientos regulares y moderados que soplan sobre casi la mitad del globo, son cálidos y secos en origen pero los que atraviesan las extensiones oceánicas se cargan de humedad y se refrescan. Para la climatología de las islas son fundamentales ya que Canarias se ubica en las proximidades del Trópico de Cáncer y a menos de 100 Km de distancia del continente africano por lo que si dejara de protegernos, el archipiélago quedaría completamente expuesto a las influencias del desierto cercano. Gracias a que estas islas se hayan en el seno de la corriente de los vientos alisios disfrutamos durante todo el año de una temperatura primaveral, sin cambios pronunciados al pasar de una estación a otra y manteniendo una media de 24º, salvo excepciones...
La semana pasada el alisio dejó de soplar durante varios días y nos moríamos de calor, de fatiga, con una sensasión intermitente de desvanecimiento y sopor que resultaba agobiante. No sé cuántos litros de agua consumimos en esos días pero fueron muchos, agua para beber, para ducharse cada 4-5 horas, para refrescar los suelos, para hacer cubitos de hielo...
El aire caliente y el astro rey brillando con todo su esplendor hacían echar humo a los termómetros de la calle, 40º a la sombra, una temperatura insufrible a la que no estamos habituados por aquí, al contrario que en algunas provincias de Andalucia, donde cada verano se repiten. Vivir junto al mar para mí es una suerte que se convierte en auténtico privilegio en éstos y otros muchos momentos, recibir la escasa brisa en la cara mientras te sientas en la orilla y dejas que el devenir de las olas te humedezca por completo es como sentir que te vuelve el alma al cuerpo, es como firmar una tregua con el enemigo, es como beber agua fresca de un arrollo cuando estás sediento...
Mientras camino por la arena con este implacable calor me pregunto si los dromedarios que están ahí delante echados se sentirán como yo, o si por el contrario, se estarán riendo para sus adentros de nosotros, débiles humanos que estamos casi derritiéndonos mientras ellos, inmutables y con la mayor placidez del mundo ven pasar las horas como el que está tumbado bajo una palmera datilera en el más frondoso de los oasis.
Ya han vuelto los alisios, fieles compañeros a soplar, despertándonos suavemente de esa incómoda somnolencia.



8 comentarios:

aapayés dijo...

Muy interesante articulo..

Gracias por compartir..




Un abrazo
Saludos fraternos...

Mis mejores deseos apara esta semana..

mariajesusparadela dijo...

Que los vientos te sean propicios siempre.

Chely dijo...

Hola guapa, tienes un lindo blog, radia paz por sus colores, por tu sonrisa brindando amistad, gracias, muchas gracias por tu visita y quedarte en mi casa que ahora tambien es la tuya....
te sigo nos leemos muakkkkk
Chely

Psic. Liliana Castro Morato dijo...

me gusta el azul de tu blog, siempre que te visito me trasporto al azul y fresco mar.. y sobre el calor dejame decirte que por muchos años viví en una tierra caliente, con gente preciosa pero en un calor infernal en donde una brisa como la que mencionas se desea en cada instante...ahora vivo lejos del mar pero en una tierra más fresca.. abrazos.

Juanjo Rubio dijo...

Yo creo que los dromedarios se deben de reir, sí, jejeje

Un abrazo y a aliviar ese calor.

Besos guapa.

Unknown dijo...

¡¡¡BIENVENIDA, mi Reina Mora!!! ¿Esta vez te quedas ya? Porque el "al partir, un beso y una flor, un te quiero, una caricia y un adiós"... me tiene ya traumatizada...

Venía a verte y a pedirte perdón por no haberlo hecho antes... Pero circunstancias "caseras" me lo han impedido por completo... ¡Y da gracias a que el alisio (caliente como una bofetada bien dada) parece que va pasando... Porque çe mua no puede más...

Y quería decirte también que a los amigos no se les dan las gracias: se les dan besos, abrazos y flores jajaja... Si te entregué esos premios es porque los mereces y porque te los ganas a pulso en cada post que escribes y publicas... Sabes que siempre he sido honrada hasta llegar a ser tonta de baba caída, así que si te los entrego es poque son tuyos por mérito propio... Y punto pelota!

Muy bueno, al menos para mí que no sabía mucho de esto de los alisios, la entrada que tienes publicada... Y doy gracias a Dios por decirle a Eolo que cuidara con especial ternura las islas bonitas... Más que nada, porque allí tengo a mi Capitana de Corbeta, y como se acaben los alisios, me veo yendo allí con un millón de ventiladores a refrescaros el ambiente como sea!

Un beso, un te quiero y una flor fresca y aún cubierta por el hermoso rocío mañanero!

Anónimo dijo...

Vivir junto al mar es todo un privilegio, sin duda alguna.

Un gusto leerte.

Saludos.

Myriam dijo...

Bienvenidos sean por siempre los alisios...