Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten todas sus dificultades; amigos capaces de citar a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías.

martes, 28 de septiembre de 2010

¡Culo, he dicho culo!



Los propietarios de la discoteca 'La Meca' -perdón, 'La Isla'-, en Aguilas (Murcia) han repetido el chiste del genial Eugenio, pero al revés. ¿Lo recuerdan?: un padre camina con su hijo y al paso de una muchacha de buen ver dice: '¡Nena, vaya culo!'. El hijo, alarmado, pregunta: '¿Qué has dicho papá?' El progenitor comienza una explicación que pregunta tras pregunta de su hijo se va enrevesando. Finalmente, tiene que reconocer: '¡Culo, he dicho culo!'. .

Pues eso es exactamente lo que les ocurrió a estos empresarios de la noche cuando se les ocurrió construir una macrodiscoteca a la que tuvieron la genial idea de llamar de la misma forma que el lugar sagrado del Islam. Una decisión que se convirtió en pesadilla cuando los vigilantes de la moral islámica arremetieron contra ellos alegando que esa es una palabra cuya pronunciación no puede ser realizada en vano. Cuál habrá sido la presión para que los dueños del local hayan acabado diciendo "La Peca". Finalmente la disco se llamará "La isla" y el cambio de nombre les obliga a hacer un desembolso extra de 100.000 euros en reformas que se han visto obligados a asumir. ¿Cómo se te queda el cuerpo? como poco, destemplado. Me parece lamentable la intolerancia llevada al extremo de algunos sectores. En nuestro país existen lugares de ocio montados sobre antiguos centros religiosos y las cruces se exhiben libres de su sentido litúrgico sin que nadie se rasgue las vestiduras. Decenas de restaurantes, pubs y discotecas diseminados por el territorio español están registrados con nombres como: "La abadía", "Budha", "El monasterio", etc. Hay muchos bares, por ejemplo en Andalucía, que las imágenes de vírgenes, santos y de Jesús crucificado lucen, para deleite de los clientes, en lugares destacados del local. Lo mismo ocurre en los establecimientos hidues. Sin embargo, cuando algo es relativo al islam, la autocensura y la imposición apagan cualquier voz. Incluso aquellas que deberían defender la libertad. Me parece bochornoso.



lunes, 27 de septiembre de 2010

Lo injusto de generalizar.


El Tribunal Constitucional sentencia: cuando un varón amenaza levemente a su pareja o expareja comete delito, pero sólo hay falta cuando quien amenaza es mujer.

Después de tantísimo tiempo luchando por la igualdad de género esta medida me desconcierta, no sé si reírme o ponerme a llorar. Encuentro que es ilógica, injusta e incluso reaccionaria y me indigna porque atenta directamente contra el sentido común.
En conflictos de pareja ni todos los hombres son malvados ni usan la fuerza bruta contra las mujeres, ni todas las mujeres son débiles y bondadosas víctimas, porque las hay tan crueles y malas personas como cualquier mal hombre.

Pinchad en este enlace y escuchad la denuncia del titular del Juzgado de Familia 7 de Sevilla y sacad vuestras propias conclusiones.

martes, 21 de septiembre de 2010

La verdad está en el vino.


Es el mismo vino quién distingue a unos y destapa a otros.

Escuchad:



Mujeres...



Observando las imágenes y conmovida con la dulcísima melodía recordé a Balzac cuando escribió: "Sentir, amar, sufrir y sacrificarse, será siempre el texto de la vida de las mujeres".

domingo, 19 de septiembre de 2010

Lo confieso.


Ayer escuché un comentario que me dejó estupefacta.
- Cuando vengo a la playa, antes de pisar la arena lo primero que hago es lanzar una visual completa, y donde esté la más gorda, ahí me pongo, así no se notan tanto mis defectos...

Hoy estar subido de peso es como estar infectado por la peste que casi exterminó a Europa en el medievo. La ley de la jungla postmoderna exige no traspasar la línea de los cánones establecidos aunque para ello tengas que convertirte en un ser atormentado y en constante ejercicio del sacrificio. Hay que dar la talla, nunca mejor dicho, y renunciar con aplomo a esos pequeños placeres que unos organismos absorven como si tal cosa y otros se empeñan en dejarlos reposar en lugar bien visible para espanto de los demás. No todo aquél que tiene algo de sobrepeso es porque coma en exceso, pero eso importa muy poco, no se cuestiona; se sentencia, se margina y punto pelota.

Yo me pregunto: ¿Por qué se empeña la gente en sentirse casi herida al contemplar a alguien lucir sus michelines?, ¿es peor persona?, ¿es un vicioso del yantar?, o ¿es que aún pende sobre nosotros la espada de Damocles sentenciando este hecho como uno de los temidos Pecados Capitales?.
A propósito de Pecados Capitales, esa idea tan arcaica y obsoleta que aún planea sobre algunas cabezas, ¿recuerdan?: Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza, Ira, Envidia y Soberbia. Realmente ¿hay alguien sobre la faz de la Tierra que no los haya conocido en alguna ocasión?. Soy pecadora, lo confieso, y en algunas ocasiones peco por puro placer, con premeditación y alevosía, y aunque de alguno de ellos trato de escapar, y creo que lo consigo por simple sentido común; de otros trato de disfrutar moderadamente sin ningún cargo de conciencia. La lujuria procuro practicarla con regularidad, la pereza cuando puedo permitírmela, la ira puntualmente me ha resuelto algún problema, la gula es totalmente individual !que rico el bacalao al pil pil!. Avaricia, envidia y soberbia no suponen para mí ninguna tentación..
En resumidas cuentas no creo que ninguno de ellos sea radicalmente condición inecuánime para arder en la hoguera, al contrario, pienso que el único pecado posible en relación a los Capitales, consiste en denominar "pecado" a las deliciosas posibilidades que nos brindan el cuerpo y la mente en feliz compañía. !Que no se empeñen hacernos ver que son iguales las ovejas churras que las merinas!.




miércoles, 15 de septiembre de 2010

!Que coñazo de niño!


Cansados de las quejas de los comensales cuando algún padre se veía incapaz de controlar a sus hijos revoltosos, los propietarios del restaurante "Old Salty´s" en Carolina del Norte han decidido poner un cartel a la entrada de su local en el que se especifica claramente que "queda prohibida la entrada a niños revoltosos o molestos que rompan la tranquilidad del local pudiendo ser expulsados junto a sus padres".
Noticia publicada el 15 de Septiembre del 2010.

Muchas veces he sentido vergüenza ajena al presenciar situaciones completamente intolerables protagonizadas por pequeños con el total consentimiento de sus padres. Niños consentidos, sin conciencia de los límites, que dan órdenes a sus padres y chantajean a todo aquel que intenta frenarlos. Pequeños tiranos que no aceptan un no por respuesta y que están totalmente acostumbrados a hacer en cada momento lo que les da la real gana.
Hace unos días en la consulta del pediatra tuve que morderme la lengua y hacer un ejercicio de autocontrol por este motivo. En la sala de espera estábamos tan solo 4 personas, mi hija y yo sentadas en una esquina junto al dispensador de agua, y frente a nosotras, otra mamá con su bebé dormido en el carrito. Mientras esperaba leyendo una de las revistas que estaban sobre la mesa, advertí que entraba otra señora con un crío de unos 4 o 5 años que se sentó justo a la entrada de la salita, se sentó ella, porque el crío se negó en rotundo y comenzó con su particular cruzada de tocar las narices a todos los allí presentes. Caminando sobre los asientos, dando voces que terminaron por despertar de un sobresalto al bebé que dormía, desfilfarrando agua del dispensador que dejaba correr sin ton ni son, varios panfletos de publicidad y alguna que otra revista acabaron entre sus manos más arrugados que pasas, en fin, un incordio de niño. Pasé en cuestión de minutos de la perplejidad a la indignación. Pero ¿tiene el niño la culpa?.

Este mismo verano, otra situación parecida. Un matrimonio con una niña de 7 u 8 años sentados justo detrás de nosotros en el avión. Dos horas y media soportando patadas y movimientos bruscos en el respaldo del asiento. Que si se ponía de pié, tocaba la cabeza de mi hija como para llamar su atención y cuando se giraba, se sentaba rápidamente como que ella no había sido. Luego pataditas al canto con el único propósito de molestar, otras veces colgada literalmente del reposacabezas ejerciendo una presión como si la llevaras a cuestas invadiendo parte de tu reducido espacio, vamos, que se entretuvo todo el viaje fastidiando bajo el total beneplácito de sus papaitos. Llegué a mi destino con las venas del cuello más hinchadas que las de un cantaor de flamenco. Pero ¿tiene la culpa la niña?

Es evidente que si en edades tempranas ya ocurren estas situaciones de total incapacidad de control, con el paso del tiempo la cosa irá "in crescendo". Son los padres los principales responsables en la educación de sus hijos, no se puede responsabilizar a los profesores ante la carencia de valores positivos, virtudes e incluso ante la carencia de capacidades de nuestros hijos. Instruir no es educar, educar es mucho más que eso; y esa es una labor que pienso compete directamente a los padres. Por eso cuando leí esta noticia en la prensa no pude evitar instantáneamente estar de acuerdo con tal ejemplarizante decisión.
Para terminar y por poner una pincelada de humor a todo esto, vean un escrito que la Dirección General de la Policía de Seattle ((Washington) ha dirigido a los padres, con consejos irónicos, para convertir a sus hijos; por ejemplo en futuros delincuentes:

1- Dadle desde pequeño todo lo que quiera: Así llegará a mayor, convencido de que el mundo entero le debe todo.
2- Si dice tonterías, reíd: Así creerá que es muy gracioso.
3- No le deis ninguna formación espiritual: Cuando sea mayor de edad, ya escogerá.
4- No le digáis nunca: Eso está mal. Podría crearse complejos de culpa. Y más tarde, cuando, por ejemplo, sea arrestado por robar un coche, estará convencido de que es la sociedad quien le persigue.
5- Recoged todo lo que tire por los suelos. Así se convencerá de que todos están a su servicio.
6- Dejadle leer todo: Desinfectad su vajilla, pero dejad que su espíritu se recree en cualquier torpeza.
7- Discutid siempre delante de él. Cuando vuestra familia esté destrozada, él no se dará por enterado.
8- Dadle todo el dinero que quiera. Así ni siquiera sospechará que debe trabajar para poder disponer de dinero.
9- Que todos sus deseos estén satisfechos. ¡De otro modo resultará un frustrado!
10- Dadle siempre la razón: Así creerá que los profesores, la gente y la ley le están siempre deseando el mal.

El informe termina diciendo: “Y cuando su hijo sea ya un desastre, proclamad que nunca pudisteis hacer nada por él”.

Ah, y a propósito de este tema, quiero darte las gracias públicamente María Jesús por el comentario que me dejaste en mi anterior post en relación a mi niña.




martes, 14 de septiembre de 2010

Alma Perdida



Decía María Zambrano en "Por qué se escribe" que escribir es defender la soledad en que se está, es una acción que solo brota desde un aislamiento afectivo. El escritor sale de su soledad a comunicar el secreto, el acto de escribir es solo el medio, y lo escrito, el instrumento forjado. Pero caracteriza el instrumento, en que se forja en vista de algo, y ese algo es lo que le presta su nobleza y esplendor.

La semana pasada tocó el cartero a mi puerta y me entregó un pequeño paquete que me hizo rememorar tiempos pasados, aquellos tiempos en los que el cartero siempre era portador de buenas, entrañables y casi siempre agradables noticias. Su figura se ha ido desvirtuando paulativamente porque ahora su bolsa está a rebosar de publicidad, correspondencia bancaria, notificaciones de impuestos, etc,etc,etc... Ya no entrega cartas sustanciales llenas de palabras que se acomodan en el corazón, ya no es portador necesario de ilusiones, ni se le espera con los brazos abiertos, y menos aún, con la impaciencia de antaño.

Julia Zapata Rodrigo es la autora de "Alma perdida", un libro cuya portada es la imagen de cabecera de este post, administradora y creadora de varios blogs que sigo desde el mismo instante en que los descubrí, y además una buena amiga en la distancia. Es una mujer que ha sabido orientar su sensibilidad y enorme potencial en crear poemas cargados de simbolismo y sensualidad, una mujer que lejos de dejarse vencer por imposiciones de salud, ha decidido plasmar en papel todos aquellos textos que salen de su cabeza para crear un libro que está a disposición de todo aquel que quiera en muchos puntos de venta de este país.
Querida Julia quiero agradecerte, esta vez de manera pública, que me hayas dado la oportunidad de leer este libro en primicia, antes de que saliera a la luz; que me hayas pedido una valoración previa y muy generosamente hayas decidido que mi insignificante aportación quede para la eternidad grabada a continuación del prólogo, que por cierto, está escrito por otro admirado poeta y amigo conocido en el mundo de los blogs por el seudónimo de Hargos. Pero sobre todo, quiero agradecerte el haberme conmovido con la sorpresa de tener entre mis manos ese paquete tiernamente envuelto en papel rosa, delicadamente protegido para el viaje. La ansiedad al abrirlo y preveer encontrar tu libro supuso para mí una alegría inmensa, sentí algo tan bonito al descubrir tu dedicatoria manuscrita que levité hasta el séptimo cielo. Valoro tu trabajo y empeño muchísimo y lo sabes.

A todos los que estén enamorados, despechados, a los correspondidos, a los que sufren por un amor imposible, a los que nunca han estado enamorados, a los que viven un amor pasional... A todo aquel que quiera dejarse abrazar por Eros en plenitud, les recomiendo la lectura de "Alma Perdida". Una copa, un cómodo sofá, un saxo de fondo y este libro entre las manos...





sábado, 4 de septiembre de 2010

Echando humo por las orejas...


Estoy que me subo por las paredes. He llegado a un punto en el que la impotencia me está martirizando y temo perder las formas y la compostura en cualquier momento, y lo que es peor, la salud.
Todos sabemos que para vivir en sociedad es imprescindible adoptar unas pautas mínimas de comportamiento que permitan convivir en colectividad, hay que respetar y tener en consideración al resto de los individuos, seguir unas normas de conducta y educación, y ante todo, ser cívico; porque si uno vive rodeado de otras personas y hace lo que le da la real gana perjudicando conscientemente al resto, automáticamente comienzan los conflictos.
Para entrar en situación les diré que a escasos 10 metros de mi casa se ubica un local de copas, esquina con esquina, únicamente separados por la distancia que ocupa el carril de entrada a la calle y las dos aceras, vamos, que tiro una piedra y entra hasta la barra. Este local dispone de terrazas y dos enormes portalones por los que entran y salen los clientes a placer, banda de pop en vivo cada noche de 9 a 12,( que siempre empiezan a tocar a las 9 pero nunca acaban a las 12). Cuando acaba la banda, automáticamente conectan los 10 plasmas enormes para seguir animando a los turistas con los últimos videoclips musicales hasta las 4 de la madrugada. Un local muy chic, muy bien montado y que mueve a muchísima gente pero que nos trae por el camino de la amargura. No cumple la normativa establecida en relación con la contaminación acústica (eso por decirlo finamente), el local no está insonorizado y para más inri, no solo emiten decibelios para levantarte del suelo, sino que encima, abren de par en par los portalones para que el sonido se difunda en el espacio libremente, entre en mi casa, en la del vecino y en los apartamentos de enfrente... Tampoco respetan la licencia que tienen expedida por el ayuntamiento en la que queda fijada la hora del cierre a las 2 de la madrugada, y por si todo esto fuera poco, la policía que tenemos que llamarla una noche sí y otra también para que ponga un poco de orden a semejante desmadre tampoco hace su trabajo como debiera ya que a pesar de nuestras quejas, denuncias en el ayuntamiento, en la comisaría, incluso hemos ido amistosamente a pedir que moderen por favor el volumen de la música.... aquí parece que todos corren un tupido velo y nos da la sensación de que nos toman por el pito de un sereno.
No recuerdo el tiempo que hace que duermo la noche entera de un tirón, es una situación insufrible.
Estoy convencida de que el amiguismo , el caciquismo y a algún que otro corrupto que está muy bien situado en el ayuntamiento, no les interesa que este local se cierre y está poniendo todos los medios para que las denuncias se queden durmiendo en los archivos, haciendo caso omiso a los pocos vecinos que pataleamos, porque somos muy pocos los colindantes ya que el resto de parcelas las ocupan Hoteles, apartamentos, restaurantes y locales de ocio en general, a los que nos les molesta para nada porque son personas que están de vacaciones pasando unos días y luego regresan a la calma de su hogar.
¿Saben lo que han llegado a decirnos? Que si queremos dormir, que nos bajemos a la playa.
!Serán sinverguenzas! ¿Es o no es para meterles un pepinazo?


miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mi cápsula del tiempo.


Saliendo del muelle deportivo


La idea de la cápsula del tiempo es tan antigua como los primeros asentamientos humanos en Mesopotamia, siempre me pareció algo excitante y maravilloso eso de encontrar un recipiente construido con el fin de alojar mensajes y objetos del presente para ser encontrados por generaciones futuras.
Me parece fantástico el supuesto de que un descendiente mío, tal vez tataraniet@, tuviera la oportunidad de tener entre sus manos mi tesoro personal, algo hecho a medida, que le hiciera descubrirme y conocerme, que le acercara íntimamente a mí, aún después de haber desaparecido completamente mi estela.
Perdido en un desván, olvidado en un almacén o enterrado en el jardín, el tesoro no tendría más valor que el sentimental. Ni oro, ni plata, ni monedas... Un sencillo cofre de madera con las dimensiones justas para que cupieran varios aromas, unos pocos sabores y algún objeto personal. Todo ello con su leyenda propia.
- Una turquesa. Porque asocio su precioso color azul verdoso con el refrescante y amado océano.
- Un pequeño coral. Porque pertenece a un ecosistema tan frágil como hermoso y para recordar que sus arrecifes ofrecen protección y alimentos a innumerables organismos marinos.
- Una perla cultivada. Porque indica inocencia y pureza. Es la única gema que se forma en un ser vivo. Para recordar cultivar las virtudes.
- Una piedra de cuarzo. Porque es portador de una fuerza energética inigualable.
- Un puñado de sal marina. Porque es la chispa de la vida, posee la mayor concentración de minerales naturales, sus virtudes para conservar alimentos son incuestionables y hace tolerar en el paladar, lo intolerable. Para recordar no perder nunca la alegría.
- Una brújula. Para nunca perder de vista nuestro Norte.
- Mi preciada lupa. Me la regaló mi padre después de comprarla a bordo del buque Volcán de Tamasite. Ha estado muchas horas entre mis manos leyendo cartas náuticas y trazando rumbos. Para recordar que quién busca, siempre encuentra.
- Una saquito de mis especias indispensables. Una ramita de canela y otra de vainilla, unas hebras de azafrán y unos granos de pimienta, una pizca de nuez moscada y otro tanto de curry. Porque transforman nuestras recetas y platos más queridos con mil sabores deliciosos. Para recordar que con lo justo y preciso se transforma lo mediocre en sublime.
- Unas semillas de palmera. Para recordar nuestro origen y crear nuestro oasis personal.
- Mi título de Patrón. Porque es el único que me ha brindado momentos realmente mágicos. Para recordar que nunca hay que desistir de querer alcanzar los sueños.
- Una foto mía y un mensaje privado que no pienso a desvelar.

Bueno, me pensaré seriamente si llevarlo a cabo, tal vez resulte decepcionante, ¿o no? jajaja.