La memoria es como un gran depósito de recuerdos que funciona de manera increíble. Podemos reaccionar con una rapidez enorme o quedarnos en blanco con una tontería que no somos capaces de recordar. A veces queremos hacer el esfuerzo titánico de recordar el timbre exacto de una voz, aquel número de teléfono que en su día marcamos decenas de veces, o los apellidos de la compañera de pupitre de 6º curso, y oye; que no hay forma.
Otras veces, sin proponértelo, te llegan en cascada y con una nitidez que encandila imágenes de personas y situaciones tan añejas como conocidas, que hacen que revivas momentos, que por lejanos, habías olvidado completamente.
Esto último lleva ocurriéndome dos noches seguidas.
No tengo idea de qué es lo que dio pie a que soñara con gente que hace 20 años que, ni veo, ni he tenido contacto alguno durante este tiempo. Compañeros del Hospital con los que me relacionaba a diario y con los que compartí muchas guardias, muchas historias y mucha camaradería.
Yo, que nunca he sido de juergas ni saraos, que siempre que se organizaba un asadero, una cena o una salida, directamente me iba por peteneras, vine a soñar con la única noche que acepté la invitación de ir a la casa de campo de uno de los enfermeros, en la que habían organizado entre todos una fiesta que resultó ser la bomba y que duró hasta el día siguiente. Dios! fue fantástico volver a verlos a todos, volver a esa dimensión.
La segunda noche la regresión fue más allá, a mi niñez, a la temporada de verano en la que mis padres alquilaban una de las tres únicas casas que por entonces había en aquel lugar practicamente virgen. Solo mar, arena, silencio, y las cuatro familias que allí nos reuníamos años tras año.
Eran días en los que daba mordisquitos a la naturaleza salvaje, a la libertad, mordisquitos chiquitos para que durara más tiempo, para que nunca acabara. Fue una época muy feliz. Vover a escuchar el rumor del mar en soledad, en aquella playa que hoy día es un importante centro turístico, volver a situarme en aquella orilla desierta fue un regalo para mi espíritu, un bálsamo para mis cinco sentidos.
Es todo tan lejano y tan cercano. La distancia, como todo en la vida, es una cuestión relativa. La distancia es un gran procurador de sinceridad, una inspiración, un generador de sentimientos y se mantiene por la esperanza de que algún día dejara de serlo.
- La imagen que encabeza el post es justamente de la noche a la que hago referencia. ¿Sois capaces de reconocerme? Casi no lo hago ni yo...
Un sublime verso de amor
-
Un sublime aire de nostalgia
Invadió mi aposento
En primavera
El frío no cesa
Y la fiebre por ti, menos
Pero esta noche es diferente
...
Hace 21 horas
14 comentarios:
Te das cuenue en sueños se vive siempre en presente, y como se "siente"¡como se vivenlos sueños, son vida auténtica!
Siempre hay un motivo para soñar lo que se sueña.
Tu relato es mágnifico , y si no podía ser de otra forma claro por la primera fila.
Me ha gustado muchísomo como has relatado tus vivencias .
Un beso
¡Vaya viajecito al pasado que hiciste, Fayna, pero que lindo volver a esos recuerdos que sin duda fueron muy alegres para tí.
¡Me alegro! La mente es apasionante...
Besos
Y a ver si haces una bilocación también y me vienes avisitar asi vamos a la playa juntas.
Creo que te voy cogiendo el truco en el blog. Esta vez, antes de empezar a leerte, hice click en el reproductor y escuchando ese pedazo tema de Luz Casal, ha sido una delicia el relato que haces de un sueño que un día fue realidad y que quién sabe si algún día muchos años después no vuelve a serlo. Me encantó.
Besos.
Es cierto, en ocasiones, sin saber las razones, volvemos al pasado y traemos a la mente un recuerdo, una cara, una imagen.
Sí, a veces volver al pasado nos relaja, pero también nos puede entristecer.
Saludos.
Lo mejor es recordar cosas estupendas que parecían dormidas.
Yo me alegro por ti y contigo.
Es lo que tiene ir contando los años por décadas, que cuando echas la vista atrás, de cada una de ellas aflora un recuerdo de ésos, que te dejan con la sonrisa en los lábios y la alegría en el corazón.
Es también, lo bonito que tiene la vida, que a medida que avanzamos en ella, nos regala algunos pequeños instantes para el recuerdo. Me alegro de que lo hayas disfrutado. Tanto como nosotros tu post.
Ah! que difícil los deberes que nos dejas| yo diría que eres 1º la de atrás a la derecha que levanta el brazo. 2ª la de alante, también a la derecha, con el pelo largo y un fular azul??
Acerté?
Hermosos regalos de Morfeo, disfruta de ellos, a veces volver es recuperar aquella luz, aquella vida.
Un beso
A mí también me ha pasado alguna vez. Es bonito recordar cosas que casi tienes olvidadas.
Vaya recuerdos Fayna!! De la manera en que lo cuentas sé que fueron días cargados de felicidad. Aprovecha esos momentos para quitar los tintes grises que puedan bañar tus días en el presente.
Yo apostaría a que eres la chica con una cinta negra en el cuello.........
Mascab:
Jajaja... Te acercaste muchísimo pero no acertaste, lo siento. Señalaste a Georgina y a Susi, yo soy justamente la que está en medio. Era difícil, lo sé jeje.
Gracias por intentarlo, cielo.
Tomasson:
Tu apuesta tiene pleno. No sé cómo lo hiciste pero te llevas el gordo jajaja.
Gracias Tommy.
Morfeo a veces nos ayuda a sacar momentos que teníamos como olvidados. Un agarimo
A veces es muy bueno recordar, y si no lo hacemos directamente, porque no viajar al pasado en sueños?? A mi me encantaría, aunque no suelo soñar mucho, es una pena.
Por cierto, primera fila jersey negro a la derecha... que tal?!?!??!
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