Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten todas sus dificultades; amigos capaces de citar a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías.

lunes, 15 de marzo de 2010

Aire y agua en una botella.

Isla de lobos-Fuerteventura

El mar lo es todo para el isleño. Frontera y camino, esperanza y despensa, el horizonte por donde se van los amigos y regresan los sueños...

La playa otra vez, arena, una ola, el viento, una gaviota, la caracola que ayer te enseñé; mis manos frías, mis pies mojados, el aire salado. Imagino que el viento y el aire están llenos de sonrisas, de miradas sin dueño que un día fueron regaladas y no encontraron donde posarse, unas veces despreciadas y otras ignoradas, a veces esquivadas... ¿Dónde irán a parar? ¿Es el aire el vertedero de los sueños rotos? ¿dónde se acumulan?... Como este mensaje, que navegará en el mar dentro de una botella, sin destino, sin dueño.

Ahora una gota de agua salada, se arrastra, se escurre por mi cara, se desprende y cae sobre mi pie descalzo lleno de arena. Agua y arena. Pero sigue siendo una gota, parecida a las esferas de cristal que contienen escenas invernales y que al girarlas parece que nieva. Los granos de arena ahora nadan dentro de ella. Esa gota de agua que fue a parar a mi cara, antes de resbalar y caer me contó que hacía algún tiempo había formado parte de un pez de colores, que había sido flor y fruto; que había sido semilla devorada por un pájaro hambriento con el que voló y al que alimentó, para luego volver al suelo y a un frondoso árbol. Me contó que circuló por sus raices y llegó hasta el retoño más jóven de sus ramas, que había sido respirada por el aire cálido y arrancada de la superficie de la hoja más verde para volver a las nubes. Al aire, al agua... Agua para la tinta con la que escribo así un mensaje para una botella. Con agua impregnada de historias, de sonrisas frías, miradas extrañas, azúles, cálidas, cansadas, buenas y malas, profundas, de todos los que no las quisieron o las dejaron escapar... o aquellas que simplemente merecieron ser libres.


Mar impregnado de vida y mi vida siempre evocando al mar.

Labuat-Soy tu aire







4 comentarios:

Myriam dijo...

ay el mar cuánto nos evoca y nos provoca. Amo el mar y te comprendo; cada gota un misterio.

Gracias FAYNA querida, por tu cariñoso comentario en la entrada de mi hija, ahora que ella va a ser madre, me he puesto un tanto nostálgica. Tienes razón ella siempre me trae muchas satisfacciones y defectos, si tiene y muchos, como cualquier ser humano.

Besos

mariajesusparadela dijo...

Siendo isleña, es normal que ames el mar...además, patrona de barco. Con eso está casi todo dicho.

Las botellas con mensaje siempre llegan a alguna parte.

Angélica Mora dijo...

FAYNA, QUE ALEGRIA ENCONTRARTE DE NUEVO... MUCHAS GRACIAS POR VISITARME..
MUCHOS CARIÑOS

Allek dijo...

Preciosas fotografias..
un abrazo!