Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten todas sus dificultades; amigos capaces de citar a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías.

martes, 1 de junio de 2010

Curioso ¿no?


“Lo único que me concierne es lo que debo hacer, no lo que la gente crea que debo hacer. En esta máxima, tan difícil en la vida práctica como en la intelectual, reside la entera distinción entre grandeza y mediocridad. Es la mas ardua porque siempre encontrarás a aquellos que creen saber mejor que tú en que consiste tu deber. Es fácil vivir en el mundo siguiendo los dictados del mundo; es fácil vivir en soledad según nuestros propios dictados; pero el gran hombre es aquel que, en medio de la multitud, mantiene con impecable dulzura la independencia de la soledad”.
R.W. Emerson.

Es cierto que en la vida encuentras ingentes cantidades de personas que te dicen no sólo cual es tu deber y cómo debes cumplirlo, sino que, además, te descalifican sin piedad si no acoges sus doctrinas como postulados de fe de obligatoria obediencia, condenándote a una excomunión tan singular como implacable si no te sometes a sus directrices. Lo malo es que emplean tanto tiempo en ocuparse de definir, los deberes de los otros, que no disponen del necesario sosiego para examinar con cautela cuáles son los suyos. Pero para ellos, ocuparse de terceros, a muchos de los cuales ni siquiera conocen personalmente, es de importancia muy superior al análisis silencioso de la propia conducta. Y lo peor es que en muchos casos consiguen sus fines. Me refiero a que otros se ajusten cautivos a sus dictados.
Aunque algunos hagamos lo que pensamos y no lo que nos dicen , siempre pende sobre nosotros las espada de Damocles: "Yo ya te lo dije". Por una vez que te equivoques, ya no vale las 100 veces que has acertado. Y a la inversa ocurre que, lo intentas, lo intentas y lo vuelves a intentar, con esfuerzo pero sin éxito. Cuando por fin consigues lo que te proponías, te sentencian: "vaya, que suerte has tenido".
Curioso ¿no?.



6 comentarios:

Ricardo Miñana dijo...

Es cierto, en la viñeta del señor hay de todo, pero en tu vida solo decides tu, por tanto te puede
servir de orientacion o consejo lo que te dicten, pero solo tu decides.
un placer pasar por tu bonito blog.
feliz semana.

Anónimo dijo...

Que razón tienes querida amiga Fayna, y cuantísimas veces me he sentido identificado con la situación que has descrito. Más de las que hubiera querido desde luego.

Biquiños!!!

HARGOS dijo...

nada ...nada, ya veo que sigues con la filosofia , pues nada, aquiseguiremos, sabes nunca me gusto la imagen que pusiste, aunque pegamucho con el texto, un besito guapa

Juanjo Rubio dijo...

Lamentablemente te encuentras con mucha gente así a diario.

Un besazo guapa.

Amanda T. dijo...

es cierto que siempre hay alguien que crre saber mas que tú. A mí me lo vas a decir, pero es importante seguir con tus propias ideas, convicciones y proposotos, un beso grandeeeeeeeeeee.

Myriam dijo...

"el gran hombre es aquel que, en medio de la multitud, mantiene con impecable dulzura la independencia de la soledad”.

R.W. Emerson.

¡Qué gran verdad!

Besos
y a veces como pesa esa soledad......